
EL GOBIERNO COLOMBIANO APOYA LA VERGONZOSA AGRESIÓN IMPERIALISTA A LIBIA
Gloria Inés Ramírez Ríos
Senadora de la República por el PDA
En el día de ayer, el diario El Tiempo publicó dos titulares que son ilustrativos de lo que ocurre en Libia: en la página 5 dice que “Colombia reconoce a rebeldes libios” y en la página 11 informa que “Las petroleras internacionales se preparan para volver a Libia”.
En lo que respecta al primero de ellos, todo indica que después de seis meses en los que Libia fue blanco del descomunal poderío militar de la OTAN, el gobierno pasará a manos del Consejo Nacional de Transición y le dará paso a un gobierno títere de las grandes potencias capitalistas encabezadas por Estados Unidos.
En Libia, al igual que en otros países del norte de África y el Medio Oriente se desataron a comienzos de este año masivos levantamientos populares como consecuencia de problemas económicos, políticos y sociales internos, pero sólo en el caso de Libia el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a instancias de las grandes potencias, autorizó la intervención militar de la OTAN, con el socorrido argumento de que era necesario proteger los derechos humanos. Se consumó así una grosera intervención en los asuntos internos de Libia y una grave violación a su soberanía nacional.
La pregunta que cabe hacerse es por qué si se trataba de situaciones similares, el único país agredido fue Libia? La respuesta está en que en Libia había un gobierno independiente, que no se sometía a los dictados imperialistas, y que es un país con grandes riquezas petroleras. Estas son las dos razones de que haya sido sometido a innumerables bombardeos que han destruido la infraestructura construida en muchos años y han causado miles de víctimas. Es una vergüenza para la humanidad que en nombre de los derechos humanos se causen tragedias como la que hoy vive el pueblo libio.
El gobierno de Colombia, como ha ocurrido a lo largo de casi toda nuestra historia, hace lo que le digan los imperialistas gringos.Por eso, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas apoyó la agresión militar y ahora se apresura a reconocer al Consejo Nacional de Transición. Esta actitud contrasta abiertamente con la posición de negarse a apoyar el reconocimiento del Estado palestino, tema que será discutido en la próxima Asamblea General de la ONU, y demuestra el doble rasero que utiliza en su política internacional para no contrariar los intereses norteamericanos.
En cuanto al segundo titular del diario El Tiempo, este constituye una prueba incontrovertible de que el verdadero objetivo de las potencias imperialistas es proteger los intereses de sus empresas transnacionales. De ahí que, consumado el sojuzgamiento de la soberanía nacional de Libia, ahora se apresten a regresar al país a saquear los recursos petroleros, en momentos en que tanto Estados Unidos como la Unión Europea afrontan graves situaciones económicas y sociales como consecuencia de la crisis que padece el capitalismo.Una vez más, los poderosos descargan el peso de sus crisis sobre los hombres de los trabajadores y los pueblos del mundo.
Como patriotas y demócratas, condenamos la agresión militar de la OTAN a Libia, rechazamos la barbarie imperialista que ha dejado al país en ruinas y ha causado miles de víctimas, reafirmamos que los principios de no intervención en los asuntos internos y respeto por la soberanía nacional, así como el derecho a la libre autodeterminación deben ser rigurosamente respetados para asegurar la paz de las naciones y la amistad entre los pueblos.
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